Cuando sucumba ante la Muerte, será el día más glorioso pues mi alma volará por aquellos mundos platónicos y no pensaré en reencarnar, viajaré sin rumbo a lugares perdidos en la niebla de lo infame.
Nadaré en mares de olvido, navegaré en cielos degenerados, en mi camino me toparé con barreras de inmundos seres que buscan apoderarse de mis deseos pero he de triunfar ante ellos, me alimentaré de sus esencias asquerosas, corromperé la Ley Universal e iré al Inframundo, lucharé por ser el Ser Supremo y cuando lo consiga, manejaré a las incautas almas que arriven a mi nuevo mundo, serán torturados por su insolencia por el tiempo que se decida y cuando llegue el momento devoraré sus almas.
He de retornar a este planeta a sembrar la semilla de las Falsas Esperanzas, reiré a carcajadas de los inocentes y cual llama, sus vidas se apagarán bridándome de eternas alegrías...
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